RESTRICCIÓN NOCTURNA
Andrés Hinojal: “La Martina tenía 150 cubiertos en la parte de abajo, hoy tiene 60”
Entre las restricciones, el cambio de quincena y el clima, los comercios gastronómicos viven momentos de incertidumbre en plena temporada de verano.
Esta semana, luego de los anuncios de restricción horaria
durante la noche para evitar las aglomeraciones nocturnas y los contagios de
coronavirus, uno de los sectores más afectados por la medida es el
gastronómico. Además se sumaron otros factores que hicieron que la merma en
cantidad de público los pusiera en alerta y con nuevas expectativas, ya no tan
positivas.
En dialogo con Búnker 91.9 Fm, el comerciante gastronómico
de Santa Clara del Mar, Andrés Hinojal explicó su experiencia al frente del tradicional
restaurante “La Martina”: “Anoche veíamos la merma que se ha generado esta
semana en el público en general, si bien cambió el horario y la costumbre de la
gente, también un poco por el clima porque está fresco y eso ha generado que la
gente venga más temprano a cenar, a partir de las 20hs”, explicó.
En tal sentido destacó que “dentro de los negocios de Santa
Clara del Mar, La Martina es uno de los más tradicionales en lo que hace a
espectáculos y shows todas las noches y nos hemos visto bastante complicados
porque, más allá de que el horario sea a la una de la mañana. Ya a partir de
las doce de la noche ya no hay gente en la calle y se ha achicado a casi un 50%
la venta nocturna”.
“También estamos justo en el cambio de quincena, eso ayuda
también a esta merma. La gente está asustada y se ha generado un miedo respecto
a los contagios. Por el momento, si bien la temporada no venía mal en cantidad
de gente y funcionamiento, históricamente La Martina tenía 150 cubiertos en la
parte de abajo, hoy tiene 60”, informó el comerciante.
Y destacó que “esta semana cambió la expectativa, si bien
veníamos muy bien, la diferencia con los negocios gastronómicos de Acapulco o
los de Atlántida –que se convirtió en un polo gastronómico muy lindo- La
Martina tiene la ventaja de tener el balcón con vista al mar y a partir de las
7 de la mañana ya estamos abiertos con el tema de cafetería y tenemos gente
durante todo el día funcionando. Nos influye la noche pero no tanto porque
durante el día funciona el negocio, ahora el que está sobre un sector que no
está relacionado al mar se le ha complicado muchísimo la temporada porque el
gasto de empleados es el mismo, los alquileres y los impuestos también”.