La crisis generada por el coronavirus, la marcada caída del turismo y las pérdidas de empleos pueden volcar las elecciones a manos de la oposición

República Dominicana será el primer país en Hispanoamérica en realizar elecciones para recambio de cargos nacionales desde enero, cuando Perú celebró legislativas. Los comicios se celebrarán en medio de la pandemia de Coronavirus declarada por la organización Mundial de la Salud (OMS), en el país a la fecha fueron diagnosticados más de 30 mil casos y se han reportados más de 700 víctimas fatales.

Cerca de 7,5 millones de ciudadanos, de los cuales 590 mil están empadronados en el exterior, están habilitados para votar al sucesor del actual presidente Danilo Medina, habrá 6 fórmulas presidenciales que diputarán el poder; en la misma fecha se eligen a los 190 miembros de la Cámara de Diputados, 32 de la Cámara de Senadores y 20 parlamentarios del Parlamento Centroamericano (Parlacen).

Los comicios estaban previstos para el el 17 de mayo, pero la irrupción pandémica forzó su reprogramación y trastocó la campaña electoral, siendo la misma muy pobre, ya que se prohibieron actos proselitistas, esto llevó a que la propaganda política incrementara notablemente en medios masivos y exponencialmente en las redes sociales.

Destancándose que el principal candidato opositor, Luis Abinader, fue diagnosticado como infectado de coronavirus, para evitar nuevos brotes durante el acto electoral se tendrá que concurrir a sufragar con barbijo y guardar dos metros de distancia entre los votantes. En caso de que ningún candidato supere el 50 % de los votos, habrá una segunda vuelta a las tres semanas, el domingo 26 de julio.

Según las encuestas realizadas, de los seis candidatos, la principal oposición encabezada por el Partido Revolucionario Moderado (PRM) ostenta el mayor caudal de apoyos, seguido del candidato del oficialista Partido de Liberación Dominicana (PLD) y tercia la coalición que encabeza Fuerza del Pueblo, una agrupación disidente del oficialismo de reciente creación.