Opinion por: Sebastián Jiménez

17 de junio de 2020

La costa, el patio trasero del Partido de Mar Chiquita

La historia cíclica de las localidades de la ruta 11 Compartir en:

En menos de 72 horas, Jorge Paredi prometió la construcción de un estadio en General Pirán, su ciudad natal, y olvidó el aniversario de Balneario Parque Mar Chiquita (después de que El Ciudadano publicara una nota al respecto apareció un saludo en la página oficial del municipio). Para Coronel Vidal inauguró una obra realizada con donaciones de productores rurales y comerciantes mientras que los gastronómicos de la costa piden que se los atienda. ¿Importa la costa para los gobernantes marchiquitenses?

Hay cuestiones que hacen replantearse estas cosas: las quejas se escuchan desde el mar ya sea por reclamos de los guardavidas, reclamo de gastronómicos, reclamos de vecinos que no quieren ser fumigados, etc… del lado del campo se escuchan buenos argumentos de por qué es necesario fumigar y hasta se dan donaciones a la comuna gracias a las buenas relaciones que existen.

Para los gobernantes, la economía del Partido de Mar Chiquita tiene como base a los productores rurales, son los que más dinero hacen ingresar al distrito, sin embargo el turismo pasa a ser algo secundario y nadie se cuestiona qué hay de cierto ante estas afirmaciones. No nos olvidemos que el ex intendente, Carlos Ronda es un productor rural y siempre apoyó esa postura.

Las gestiones de todos los intendentes que tuvo el Partido de Mar Chiquita se caracterizaron por el poco protagonismo que se le da las localidades de la costa. En los últimos 20 años, hubo solo tres intendentes: Alejandro Ruau, de Coronel Vidal, Jorge Paredi durante doce años y actual Jefe Comunal, oriundo de Genera Pirán y Carlos Ronda, también de Coronel Vidal, ninguno de estos gobernantes pudo ocultar su preferencia por las localidades mediterraneas.

Alejandro Ruau lo niega, pero muchos lo recuerdan por una desafortunada frase: “Hay que arar la costa”, dando a entender que es un lugar donde habría que remover el suelo por completo para volver a “sembrar”, por su puesto en forma figurativa. No sé si es cierta esa declaración pero su connotación finalmente quedó evidenciada durante el poco tiempo que duró su gestión, la costa no terminó arada pero casi…

Luego del estallido social del 2001 y 2002 llegó la “Era Paredi”, un hombre de General Pirán que gobernó durante 12 años, con muchos aciertos y errores. Sería muy necio negar que hizo mucho en Mar Chiquita, se realizaron obras importantes, pero a la hora de analizarlas una por una, vuelve a quedar en evidencia que la costa siguió siendo mirada de reojo: “es el patio trasero de Mar Chiquita”, dijo algún funcionario de esa época.

Repasemos solo algunas de las obras que se realizaron en la administración de Jorge Paredi durante sus doce años: se construyó un polideportivo en Coronel Vidal; un estadio de fútbol en Coronel Vidal; un natatorio cubierto, en Coronel Vidal; un estadio polideportivo, en Vivoratá, un polideportivo, en General Pirán y una pileta descubierta en General Pirán.

Todas esas construcciones realizadas por el municipio para actividades deportivas, son maravillosas y para la población de las tres localidades del mediterráneo marchiquitense alcanzan y sobran pero veamos qué obras similares se hicieron en la costa: ¡ninguna! perdón, media… cuando las encuestas de una nueva reelección allá por 2014 daban números negativos para “Pitingo”, prometió la construcción de un estadio en Santa Clara y para los mal pensados aseguró que no se trataba de una cuestión electoral y redobló la apuesta al afirmar que si perdía lo terminaría de todas formas a pesar de no estar en la gestión; hoy es un elefante blanco en el medio de una plaza de Santa Clara del Mar.

Ahora bien, si en doce años Paredi hizo inmensas obras con fines deportivos para las localidades mediterráneas y ninguna para la costa no fue en lo único en que no se entendieron bien los criterios que tuvo. Por ejemplo, en Coronel Vidal se pusieron en funcionamiento tres semáforos y la mayoría de las calles céntricas fueron asfaltadas, algo que fue destacable durante esos años. General Pirán, una localidad con menos habitantes que Vidal, también tiene semáforos en su arteria principal, a pesar de ser una localidad pequeña. ¿Se imaginan cuántos semáforos se pusieron en funcionamiento en la costa, donde el tránsito es mucho más intenso que todas las localidades del mediterráneo?

Pero la costa sí tuvo obras importantes a lo largo de la “administración Paredi”, sin ir más lejos una ruta 11 renovada, una de las inversiones en obra pública más significativas de la gestión pero no todo fue color de rosas, los errores de esa obra fueron fatales: desde rotondas cuadradas, pasando por un asfalto que se deterioró al poco tiempo convirtiéndose en una nueva laguna cada vez que llueve, hasta semáforos y luminarias que se cayeron desde que se inauguró.

Posteriormente llegó una obra, de esas que se ven desde la ruta como le gustan a Pitingo, una terminal de ómnibus para Santa Clara, ¿Lo malo? Se fijó tanto en que se viera desde la autovía que la mandó a construir en el borde de un arroyo, pero bueno, nadie es perfecto.

Lugo prometió una plaza al estilo “Central Park” que contaría con una fuente en el centro de la misma para que se convirtiera en el centro cívico de una Santa Clara que ya había crecido en población más que todo el mediterráneo junto. La costanera cada día más desvalorizada y ni hablar de la avenida Mentón, que recientemente tuvo obras de mantenimiento.

En doce años de la gestión Paredi en Mar Chiquita se ven muchas cosas buenas, uno ingresa a Vivoratá, Vidal o Pirán y se encuentra con un asfalto en buenas condiciones, lindas plazas y hasta estadios que se ven desde lejos con predios espectaculares, además de las bellezas naturales que tienen. Sin embargo, en los mismos años para entrar a Playa Dorada, Frente Mar o Atlántida había que rezar que no lloviera, en Santa Elena había un asfalto pero bastante oscuro para ir de noche y Santa Clara tenía la peor entrada, quizá con una avenida Acapulco deteriorada por la cantidad de tránsito, Mar de Cobo, La Caleta y Balneario Parque Mar Chiquita si contaban con buenas entradas, pero las obras brillaban por su ausencia y hablo de las obras esenciales como gas o cloacas.

Luego llegó Carlos Ronda, como para cambiar los aires, un hombre de Coronel Vidal que prometió dar amor a Mar Chiquita: sin embargo fue uno de los intendentes más inoperantes que pudo haber tenido el Partido, el famoso polideportivo que había quedado a medio terminar en Santa Clara, así quedó o más bien, se terminó de destruir lo poco que quedaba pero si hay algo que le dio a la costa fueron muchas promesas como lo había anunciado en su campaña, la obra más importante de todas había prometido y lo votaron para que la cumpla: la construcción de un hospital en la costa de Mar Chiquita.

En cuatro años, lo más cercano a cumplir esa promesa fue la recepción de una ambulancia gestionada por Mirtha Legrand directamente con Maria Eugenia Vidal a través de su programa de televisión.

También prometió devolverle a Santa Clara su identidad y regresarle su emblemática rotonda, una promesa que sí iba a cumplir y aseguró que lo haría a través de una expropiación, finalmente ni siquiera se sentó a dialogar con los dueños de ese entonces.

¿Hizo algo bien Ronda en la costa? Sí, las luminarias y semáforos que se cayeron por la inoperancia del anterior intendente fueron solucionados, se cambiaron y hasta el momento no cedió ninguna estructura y también asfaltó un tramo de la avenida Acapulco hasta hacerla llegar a Camet Norte.

La intención de esta nota no es analizar una por una las obras que se hicieron bien o se hicieron mal por los intendentes, eso será en otra ocasión, lo que intento es tratar de comprender por qué se le resta importancia a la costa de Mar Chiquita, se la subestima, se ignora, se la ningunea, pero en cada año de campaña surgen las mejores ideas: un estadio, un hospital, hasta unas termas marinas prometió un ex candidato, pero lo más triste es que la gente de la costa los termina votando, siempre a los mismos y siempre llevándose las mismas desilusiones…

Jorge Paredi regresó a ser el Intendente y prometió terminar el polideportivo de Santa Clara del Mar y tiene la oportunidad de revertir la historia, ya dio el primer paso y comenzó a gestionar el tema, así como también las cloacas para la costa. De los errores se aprende, “Pitingo” acertó y se equivocó mucho, esperemos que comience a reparar lo que se hizo mal y a hacer lo que no se hizo

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