Sobran historias, muchas de ellas documentadas en teléfonos celulares y expuestas a través de las redes sociales. Sobran protestas, con puestos cerrados, sin banderas, movilizaciones y hasta cortes de ruta parciales para visualizar la precariedad del Operativo de Seguridad en Playas. Ahora, también sobra documentación que refleja la situación.

El informe de Provincia ART emitido hace unos días, ratificó los reclamos de los guardavidas de Mar Chiquita, quienes no son recibidos por las autoridades municipales y quedaron a la espera de un burocrático Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires que, a pesar de expresar su voluntad de solucionar el conflicto, ni siquiera logró reunir a la partes.

Luego de la inspección que realizó el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, donde se expusieron una serie de irregularidades en la situación laboral de los guardavidas, un informe del 13 de enero último de la Aseguradora del Riesgo del Trabajo (ART), dio a conocer con detalles las graves falencias en las condiciones de higiene y seguridad en la que trabajan los rescatistas de Mar Chiquita.

El documento de Provincia ART, indicó que luego de recorrer “los puestos de guardavidas de las distintas playas del partido de Mar Chiquita, a los efectos de verificar condiciones de higiene y seguridad”, se dictaron “medidas correctivas, a los efectos de minimizar riesgos de accidentes”.

El informe indicó que los guardavidas les falta “elementos de protección y de rescate adecuados y en condiciones para el desarrollo de las tareas”. En ese sentido, se detalló el faltante de “sombrilla, patas de rana, rosca salvavidas con banderola, suncho o elemento faltante, protector solar, mascara RCP, malacate con soga en condiciones y botiquín completo en cada casilla”.

En cuanto a las condiciones de trabajo, la ART pidió “garantizar la disponibilidad de baños adecuados y agua potable”.

Por otra parte, el informe ratificó que los guardavidas no tienen “equipo de comunicación ante cualquier emergencia, especialmente en puestos que están muy aislados como Santa Elena, La Caleta y La boca de Mar Chiquita, donde las distancias son de más de 600 metros con el puesto de guardavidas más cercano”.

Asimismo, el documento indicó que se debe “adecuar casillas”, ya que las mismas “se encuentran en su mayoría con tablones flojos, maderas en pisos en mal estado con riesgo de quiebre al pisarlas, techos precarios, puertas y ventanas con bisagras oxidadas y con peligro de caída”.

Además, el informe de la Aseguradora de Riesgo de Trabajo, observó que “la mayoría de las casillas no disponen de sistema de rampa o escalera segura” y “obliga al trabajador a tener que saltar desde aproximadamente un metro ante un rescate”.

Como si fuera poco, la ART recomendó “evaluar la ubicación de puesto en Camet Norte”, ya que “a raíz de subida del mar está en una zona con peligro de derrumbe”.