La elección del 13 de agosto deja varias situaciones y datos inéditos en los últimos 40 años de Democracia y la división real entre el kirchnerismo y el peronismo que quedará plasmada en los resultados.

Usted se pregunta por qué tan enfática afirmación?, la respuesta es muy clara (aunque nadie quiera verlo), es la primera vez que el kirchnerismo no queda dentro del peronismo y absorbe el caudal electoral del partido Justicialista.

El clásico verticalismo peronista le dio cobijo al sector que llevaron al poder Néstor y Cristina junto a Alberto Fernández en 2003 y que tuvo un lugar preponderante en la política argentina durante los últimos 20 años.

La derrota de Daniel Scioli, la victoria de Alberto y ahora la candidatura de Massa tuvieron el hilo conductor en la decisión de Cristina Kirchner de ungir a esos candidatos pese al desagrado del grupo más radical del kirchnerismo.

Falta de militancia, críticas internas y divergencias irreconciliables son algunas de las características de los últimos años dentro del actual oficialismo dejando a la deriva al país en materia económica y social. El kirchnerismo ha demostrado que tanto en sus disputas con la oposición o internas no le importa el uso de la fuerza y fieles a las teorías de Maquiavelo proponen la política del combate constante como medio para mantener el poder.

Por eso no dudan a la hora de usar cualquier arma o estrategia contra propios y extraños. Le sacaron el apoyo en plena campaña a Scioli y vaciaron de poder a Alberto cuando no cumplió con lo pactado( tema que algún día saldrá a la luz). Y tuvieron que bajar la fórmula pura que encabezaba Wado De Pedro (ante la presunta amenaza de renuncias del ministro de Economía y del Presidente).

Ahora con la interna Massa-Grabois va a quedar claro quienes son kirchneristas reales y quienes lo son por interés.

Los reales no pueden concebir la idea de militar una campaña para quien dijo que el kirchnerismo era corrupto y que lo iba a eliminar políticamente hablando. Solo Grabois supera al pingüino de paladar negro. No por sus virtudes sino porque es inocuo y no disputa espacios de poder reales con los dirigentes. Nadie quiere recordar que fue el dirigente social con mejor relación con el macrismo entre 2015 y 2019, y uno de los más beneficiados por el aumento de planes en esa época.

En cambio el peronista de verdad no ve con desagrado a Massa porque les asegura continuar con el poder y los libera de CFK, porque todos intuyen que, como el escorpión, cuando el sapo k los lleve del otro lado del rio podrán picarlo porque esa es su naturaleza.

Por eso se está viendo un crecimiento de Grabois en las encuestas ya que los kirchneristas puros saben que Massa no está sólo como Alberto para bastardearlo y lo más probable es que el peronismo le pida cuentas a Cristina si la ven muy debilitada por sus decisiones en las últimas tres elecciones nacionales.

Más de un gobernador quiere vengarse del maltrato de ella y los avances de la Campora en lugares clave de las listas oficialistas y organismos del Estado.

De esta manera, el votante de Grabois dejará en blanco y negro el número real del kirchnerismo que llegó a la presidencia en 2003 con apenas un 9 por ciento propio, según dijo la propia Chiche Duhalde.

Por eso esta elección primaria (inédita en las dos décadas del kirchnerismo) será crucial para el futuro político del Justicialismo y para ver si es un punto de inflexión o el final del sueño reeleccionista indefinido de Néstor, el verdugo del menemismo y cuyo legado podría terminar en Octubre.