El pueblo dio un mensaje en las urnas y otro en las calles de Coronel Vidal.

Este domingo se realizaron las elecciones PASO. Un detenido y algunas demoras durante el acto eleccionario, empañado por mucho más que un cielo gris que cubrió toda la jornada, con olor a dolor e indignación que fueron creciendo al calor de las urnas.

Los resultados electorales pasaron a segundo plano a pesar del parate que significó a nivel país, el mensaje de las urnas, del pueblo expresándose con sus herramientas democráticas.

En Mar Chiquita, la encuesta sobre la gestión municipal, se disfrazó de sobres blancos en urnas de cartón. Fue contundente el mensaje y quizás borroso para esos ciegos que no quieren ver.

El Presidente prometió dar respuestas al tirón de orejas. Afirmó entender que los bolsillos vacíos y el plato flaco y limpio, también se transforman en decepción. También significan desesperación, indignación y votos que vienen y se van.

Lo electoral pasó a segundo plano. La realidad golpea más fuerte que cualquier urna.

El domingo, las urnas no hablaron.

Sonaron miles de voces pidiendo justicia en las calles de Coronel Vidal. Fue el llanto de una madre, de un amigo, de un Pueblo que lamenta la pérdida de uno de los suyos. De uno de los nuestros.

En Mar Chiquita, el pueblo dio dos mensajes contundentes.

Ojalá sepan leerlos.